viernes, 5 de septiembre de 2014

El don de orar

Te pido el don de la humildad, para disponerme a recibir gratuitamente el don de la oración.

Meditación del Papa Francisco

La Palabra de Dios es viva y por eso viene y dice lo que quiere decir: no lo que yo espero que diga o lo que me gustaría que dijera. Nuestro Dios es un Dios de las sorpresas.
El Evangelio es novedad. La Revelación es novedad. Nuestro Dios es un Dios que siempre hace las cosas nuevas y nos pide esta docilidad a su novedad. En el Evangelio Jesús es claro en esto, es muy claro: vino nuevo en odres nuevos. El vino lo lleva Dios, pero debe ser recibido con esta apertura a la novedad. Y esto se llama docilidad. Nosotros podemos preguntarnos: ¿yo soy una persona dócil a la Palabra de Dios? ¿Hago pasar la Palabra de Dios por un alambique y al final es otra cosa respecto a lo que Dios quiere hacer". Si hago esto, termino como el trozo de tela nuevo en un vestido viejo, y deja el roto peor.
Cuando yo quiero coger electricidad de la fuente eléctrica, si el aparato que tengo no funciona, busco un adaptador. Nosotros debemos buscar siempre adaptarnos, adecuarnos a esta novedad de la Palabra de Dios, estar abiertos a la novedad. (Cf. S.S. Francisco, de julio de 2013, en Santa Marta).

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